uno de mis ensayos enfermos, para mis gruppies
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uno de mis ensayos enfermos, para mis gruppies
Cuelgo esto porque mis grandes fans (pfff) me lo han pedido, a pesar de que no pienso que sea bueno en absoluto.
Mi ensayo enfermo más consagrado y escrito en un momento de askeo total, ya hace tiempo por cierto. Ala, que lo disfruten o pasen de él.
Debido al éxito de mi primer ensayo enfermo para------, me decido a elaborar un ensayo aun más enfermo y askeroso (subrayó la palabra y la k), para el espacio del señor--------, que creo que lo comprenderá por pensamiento afín. Lo escribo con cierto miedo a las opiniones que pueda generar y que es posible que mañana al despertarme me arrepienta y decida borrarlo. Pero bueno, creo que peores cosas he vomitado (nunca mejor dicho). Lo escribo con miedo debido al tema al que se trata, no muy agradable para muchos aunque convivamos con él y lo abrazamos, pero después de una pequeña reflexión tumbado en la cama, una cagada impresionante, unos insoportables minutos de ver la película askerosa y superficial, a la vez de americanada total y pija, “como perder a un chico en 10 días”, y después de escuchar voluntariamente y con intención S.H.A.K.T.A.L.E de S.A, decido dedicar mi segundo ensayo al sentimiento que más me embarga y que se esconde detrás de mi sonrisa feliz de memo. Sin él no sería nada, porque forma parte de mí al igual que mi careto o mis enfermedades. Se trata, evidentemente, del asko.
El asko.
Personajes que no me conozcan demasiado pensarán que cuando hablo de asco pienso en un tío comiendo una mierda, o imagino un plato de la comida más extraña y enferma que exista o viene a mi mente imágenes de vómitos, pedos, cosas gores, lluvias doradas, o cualquier otra mierda que vuestra imaginación podrá imaginar. Podría serlo, no digo que no. Pero eso es asco con c, asco débil, un asco soportable al fin y al cabo que tu mente acaba eliminando. Yo me refiero el asko con k, el que te genera la peculiar visión del askeroso mundo en el que nos encontramos. Ese asko que te da cuando percibes que gente muy mema liga más que tú por el simple hecho de ser más “guapo” o más yiah, más “guay”, que se acaba reduciendo a más “tonto”. O aquel que te da cuando gente, también por lo general estúpida, va de guays defendiendo libertades o ideas que en realidad no tienen, si no que siguen a la masa y creen que gritando más alto lo mierda que es el mundo en el que vivimos serán más aceptados. ¿ejemplos? ¡Miles! Aquel que dice que el dinero no importa una mierda, pero que nunca suelta un duro; aquella mema que grita que es feminista (que por lo general suele ser hembrista, ya que en vez de defender igualdad defienden esclavitud del hombre, lo suelen reducir a mierda y quieren instaurar un machismo al revés, lo cual sería la misma mierda) y luego la ves bailando reggeaton, la música más machista y triste existente, mientras cualquier maromo le pasa la polla por el culo; aquella que dice que lo que cuenta es el interior, que lo de fuera no importa nada, y acaba chupándosela a un cachitas con un coeficiente intelectual menor al de Forest Gump; el anticonsumista extremo que se compra el aparato más pepino del mercado; el que se deprime por el hambre en el mundo y luego le ves tirando toda la comida porque luego no quiere comérsela fría... No creo que haga falta más ejemplos, pero si alguien quisiera más y los necesitara (cosa que dudo) que se dé un paseo por la calle. Encontrará más ejemplos que colillas.
El asko que todo esto te causa se eleva al cubo cuando por lo general te das cuenta de que tales personajes seguramente tengan una vida mejor que la tuya, ya que en su memez reside su felicidad, el hecho de ser poco consecuente les hace tener acceso a todo. Pueden ir a una manifestación por una vivienda digna cuando están alquilando un piso por un precio abusivo, o pueden reivindicar el romanticismo y luego rebajarse a la más baja superficialidad. En esto reside el hombre estereotipo de hoy en día: memo, sin ideas (de cualquier tipo), oveja que sigue el rebaño de las moda. Viva el hombre masa. Bienvenidos al mundo de las ratas. Anexionémonos a ellos si no queremos ser criticados y entonces la mierda nos engullirá, pero estaremos tan acostumbrados a ella que no nos importará nada.
Este asko también te lo puede dar más cosas, como algunas películas, las modas que suelen quedar resumidas a una frase estúpida y mema, las series de televisión... pero en general queda resumido a los actos de la gente. Normalmente está enterrado en todos nosotros, luchando por salir, pero no le dejamos para hacer nuestra bonita vida más feliz o sino es así (que por qué no puede ser, tampoco hay que dejar que las estupideces de la gente te amarguen la vida), al menos, más llevadera. Sin embargo, cuando sale lo hace en forma de animal violento que te golpea y hace que tengas que luchar contra la mierda y la mugre con una silla y un látigo. Lo mejor, en mi opinión, es convivir con él, aceptarlo tal como es y utilizarlo para tu provecho. No importa la gente askerosa. Importa la gente de verdad. Lo bonito sería que la gente askerosa cambiará a ser gente de verdad, pero eso no siempre es posible. Es lo malo del mundo. Cambiarlo es difícil, hay que hacerlo más llevadero hasta que quizá algún día se consiga el cambio absoluto (Siempre es bonito soñar, XD)
Bueno, mis queridos y escasos lectores, me despido de vosotros con la esperanza de que esta kakona os haya gustado. Si os ha gustado, a lo mejor escribo otro. Si no, me retiro para siempre del mundo del ensayo enfermo, para no martirizaros más con mis enfermedades inmundas. Pero no seáis muy duros conmigo (XD). Seguiré combatiendo la mierda con la garrafa en una mano y una espada de filo invertido en la otra. Nos vemos en el futuro. Hasta la vista, freaks.
Mi ensayo enfermo más consagrado y escrito en un momento de askeo total, ya hace tiempo por cierto. Ala, que lo disfruten o pasen de él.
Debido al éxito de mi primer ensayo enfermo para------, me decido a elaborar un ensayo aun más enfermo y askeroso (subrayó la palabra y la k), para el espacio del señor--------, que creo que lo comprenderá por pensamiento afín. Lo escribo con cierto miedo a las opiniones que pueda generar y que es posible que mañana al despertarme me arrepienta y decida borrarlo. Pero bueno, creo que peores cosas he vomitado (nunca mejor dicho). Lo escribo con miedo debido al tema al que se trata, no muy agradable para muchos aunque convivamos con él y lo abrazamos, pero después de una pequeña reflexión tumbado en la cama, una cagada impresionante, unos insoportables minutos de ver la película askerosa y superficial, a la vez de americanada total y pija, “como perder a un chico en 10 días”, y después de escuchar voluntariamente y con intención S.H.A.K.T.A.L.E de S.A, decido dedicar mi segundo ensayo al sentimiento que más me embarga y que se esconde detrás de mi sonrisa feliz de memo. Sin él no sería nada, porque forma parte de mí al igual que mi careto o mis enfermedades. Se trata, evidentemente, del asko.
El asko.
Personajes que no me conozcan demasiado pensarán que cuando hablo de asco pienso en un tío comiendo una mierda, o imagino un plato de la comida más extraña y enferma que exista o viene a mi mente imágenes de vómitos, pedos, cosas gores, lluvias doradas, o cualquier otra mierda que vuestra imaginación podrá imaginar. Podría serlo, no digo que no. Pero eso es asco con c, asco débil, un asco soportable al fin y al cabo que tu mente acaba eliminando. Yo me refiero el asko con k, el que te genera la peculiar visión del askeroso mundo en el que nos encontramos. Ese asko que te da cuando percibes que gente muy mema liga más que tú por el simple hecho de ser más “guapo” o más yiah, más “guay”, que se acaba reduciendo a más “tonto”. O aquel que te da cuando gente, también por lo general estúpida, va de guays defendiendo libertades o ideas que en realidad no tienen, si no que siguen a la masa y creen que gritando más alto lo mierda que es el mundo en el que vivimos serán más aceptados. ¿ejemplos? ¡Miles! Aquel que dice que el dinero no importa una mierda, pero que nunca suelta un duro; aquella mema que grita que es feminista (que por lo general suele ser hembrista, ya que en vez de defender igualdad defienden esclavitud del hombre, lo suelen reducir a mierda y quieren instaurar un machismo al revés, lo cual sería la misma mierda) y luego la ves bailando reggeaton, la música más machista y triste existente, mientras cualquier maromo le pasa la polla por el culo; aquella que dice que lo que cuenta es el interior, que lo de fuera no importa nada, y acaba chupándosela a un cachitas con un coeficiente intelectual menor al de Forest Gump; el anticonsumista extremo que se compra el aparato más pepino del mercado; el que se deprime por el hambre en el mundo y luego le ves tirando toda la comida porque luego no quiere comérsela fría... No creo que haga falta más ejemplos, pero si alguien quisiera más y los necesitara (cosa que dudo) que se dé un paseo por la calle. Encontrará más ejemplos que colillas.
El asko que todo esto te causa se eleva al cubo cuando por lo general te das cuenta de que tales personajes seguramente tengan una vida mejor que la tuya, ya que en su memez reside su felicidad, el hecho de ser poco consecuente les hace tener acceso a todo. Pueden ir a una manifestación por una vivienda digna cuando están alquilando un piso por un precio abusivo, o pueden reivindicar el romanticismo y luego rebajarse a la más baja superficialidad. En esto reside el hombre estereotipo de hoy en día: memo, sin ideas (de cualquier tipo), oveja que sigue el rebaño de las moda. Viva el hombre masa. Bienvenidos al mundo de las ratas. Anexionémonos a ellos si no queremos ser criticados y entonces la mierda nos engullirá, pero estaremos tan acostumbrados a ella que no nos importará nada.
Este asko también te lo puede dar más cosas, como algunas películas, las modas que suelen quedar resumidas a una frase estúpida y mema, las series de televisión... pero en general queda resumido a los actos de la gente. Normalmente está enterrado en todos nosotros, luchando por salir, pero no le dejamos para hacer nuestra bonita vida más feliz o sino es así (que por qué no puede ser, tampoco hay que dejar que las estupideces de la gente te amarguen la vida), al menos, más llevadera. Sin embargo, cuando sale lo hace en forma de animal violento que te golpea y hace que tengas que luchar contra la mierda y la mugre con una silla y un látigo. Lo mejor, en mi opinión, es convivir con él, aceptarlo tal como es y utilizarlo para tu provecho. No importa la gente askerosa. Importa la gente de verdad. Lo bonito sería que la gente askerosa cambiará a ser gente de verdad, pero eso no siempre es posible. Es lo malo del mundo. Cambiarlo es difícil, hay que hacerlo más llevadero hasta que quizá algún día se consiga el cambio absoluto (Siempre es bonito soñar, XD)
Bueno, mis queridos y escasos lectores, me despido de vosotros con la esperanza de que esta kakona os haya gustado. Si os ha gustado, a lo mejor escribo otro. Si no, me retiro para siempre del mundo del ensayo enfermo, para no martirizaros más con mis enfermedades inmundas. Pero no seáis muy duros conmigo (XD). Seguiré combatiendo la mierda con la garrafa en una mano y una espada de filo invertido en la otra. Nos vemos en el futuro. Hasta la vista, freaks.
piedrin life style- Asiduo a la mugre
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